¿ESTÁ LISTA TU MARCA PARA UN NETWORKING?

Llevo más de 15 años trabajando en el área de Propiedad Intelectual, especialmente en lo relativo a trámites relacionados con el registro de marcas.

En todo este tiempo he analizado los signos distintivos  de todo tipo de giros comerciales y, desde hace unos 5 años comencé a asistir a eventos de networking, que van desde los más desorganizados y efímeros, hasta aquéllos que son verdaderas áreas de oportunidad, las cuales sirven para ofrecer servicios o establecer alianzas con gente seria y comprometida.

Para quien ignora lo que es un Networking, en su versión más elemental, se trata de un evento en donde se reúnen empresarios y emprendedores, con el fin de hacer negocios, conseguir clientes o establecer alianzas con otros, que les puedan ayudar a acelerar el crecimiento de sus negocios.

Lo usual, es que los asistentes a éstos eventos,  se acerquen en grupos de 3 o más personas (que a veces pueden estar parados o en mesas), se presenten y describan brevemente lo que ofrecen así como las ventajas o beneficios de sus productos o servicios.

Hay que escuchar con atención lo que los otros expongan, intercambiar tarjetas, y,  si existe la posibilidad, hacer una venta o una alianza, la cual puede realizarse en el momento, o bien, se puede dejar abierta la puerta para una próxima reunión.

Pasados unos 10 minutos de que todos en ese grupo, hayan expuesto su negocio, entonces amablemente uno se despide temporalmente, y se dirige a un nuevo grupo de personas con quienes repetir el procedimiento y así sucesivamente hasta finalizar el encuentro.

El promedio de tarjetas recibidas en intercambio es aproximadamente de entre 50 y 100, dependiendo de la magnitud del evento, la cantidad de asistentes, y del tiempo que uno se  toma en platicar con cada uno de ellos, o con alguien en especial.

Una vez pasado el evento, los que hayan asistido se pondrán en contacto con quienes crean que pueden tener alguna oportunidad de negocio.

Lo anterior, lo he descrito brevemente para exponer con claridad el punto al que quiero llegar, y es que de todas las tarjetas que recibo, y debido al área en que me especializo (Análisis, Registro y Posicionamiento de Marcas), procuro revisar si las marcas con que se presentan los productos o servicios, de los empresarios o emprendedores con quienes establezco contacto en dichos eventos, cuentan con su registro, y si tienen elementos para diferenciarse de su competencia.

Si no tienen registro o tienen puntos a mejorar, me pongo en contacto con ellos posteriormente, para platicarles la conveniencia de contar con la exclusividad sobre su marca, y ofrecerles claridad, comodidad y certeza jurídica con nuestros servicios de análisis y obtención de marcas
que los ayuden a evitar riesgos y gastos innecesarios  (www.redermark.com), así como nuestra asesoría en construcción y posicionamiento de marca.

LOS DOS ERRORES MAS FRECUENTES

Lo preocupante del caso, es que cada que hago esa revisión de tarjetas, me doy cuenta que de forma reiterada, la mayoría de los asistentes que exponen públicamente su negocio en éstos eventos, cometen alguno de los dos mayores  errores en los que no deberían caer jamás, si es que  pretenden algún día contar con una marca exitosa, (y esto involucra incluso, a quienes trabajan en áreas de creatividad como diseñadores, publicistas y especialistas en marketing).

El primero de dichos errores consiste en que sin prestar la mayor importancia, un número considerable de oferentes de productos o servicios utiliza una marca sin registro (no digo: “su marca”, porque hasta que no cuenten con el registro otorgado por el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI), no cuentan con la exclusividad sobre ella).

Esto puede tener como consecuencia si lo haces: 

  • Que alguien se aproveche más adelante, del prestigio, éxito, crecimiento, etc., que has logrado, e imite o robe tu  marca, o incluso,  se adelante a registrarla.
  • Que al utilizarla, sin saberlo te encuentres invadiendo los derechos de otro, que tenga una marca idéntica o muy similar, previamente registrada, y que sintiéndose afectado en sus derechos, decida iniciar un procedimiento legal en tu contra, con serias implicaciones.

Cualquiera de este par de supuestos, puede convertirse en un verdadero dolor de cabeza a futuro, y se puede llegar a perder una gran cantidad de dinero invertido previamente en diseño, papelería y publicidad, por no haber previsto a su debido tiempo, ello sin contar la posible pérdida del público/clientela que ya te reconoce con un signo, el cual deberás cambiar para evitar problemas. 

Entre más éxito y crecimiento tengas con una marca sin registro, el riesgo se acrecienta proporcionalmente.

El segundo gran error que mencionaba anteriormente, no menos importante, es que en muchos negocios, no se cumplen con  varias o ninguna de las finalidades que debe tener una marca que pretenda ser potencialmente exitosa como lo es: tener la capacidad de identificarse, diferenciarse de su competencia, e influir en la decisión de compra de sus consumidores (incluso hasta varias marcas con registro caen en la tentación de ser como los demás de su gremio).

Mientras paso entre mis manos una tarjeta tras otra, reviso las marcas en todos sus aspectos y me doy cuenta de que son realmente muy pocas aquéllas que cuentan con un concepto original, auténtico, único,  que a primera vista generen el interés y atracción necesarios para interesar a sus destinatarios en los servicios que ofrecen, o bien, de los productos que comercializan.

A manera de ejemplo y de forma meramente ejemplificativa tomaré de mi imaginación algunos supuestos, esperando no coincidir en la realidad con alguna marca del mismo nombre (para no herir susceptibilidades), pero se suele indicar de forma muy común lo siguiente: 

Creativos RF, Creativos HG, Creativos JG; FD Soluciones, UT Soluciones, Soluciones RF;  DL Marketing; IBR Marketing; SBK Marketing;  Soluciones Integrales; Soluciones Contables;  TH Consulting; Sales Consulting; VB Consulting; Hernández & Fernández Abogados; Díaz González Abogados; Vargas & Vázquez Contadores;  Líderes Empresariales; etc, etc, etc, etc.

Todas éstas denominaciones, tienen en común, que quienes las pensaron, lo hicieron desde su propia perspectiva, es decir, posiblemente tomaron en cuenta factores muy personales como sus iniciales, las de sus hijos o esposas, socios, etc. (sin duda factores de suma importancia para ellos), pero olvidaron tomar en cuenta si al cliente al que van dirigidos, podría gustarle la marca, si podría memorizarla, si podría pronunciarla, si podría identificarla y lo más importante aún si podría diferenciarla y recordarla, o preferirla por sobre aquéllas de la competencia.

Quienes las utilizan, me atrevo a decir que lo hicieron para salir de paso, para comenzar su negocio lo antes posible, por lo que no desarrollaron previamente las estrategias mínimas  de construcción, protección y posicionamiento de marca, y por supuesto, no es algo a lo que deban estar obligados a saber, y esa es la razón por la que me acerco a ellos.

Para mí, es complicado tratar estos temas con personas ya sea conocidas o incluso desconocidas, lo que menos quisiera es, reitero, herir susceptibilidades o ganarme enemistades, por el contrario, es mi interés y mi profesión ayudar a crear una marca potencialmente exitosa, y nada me hace sentir más emoción, pero estoy consciente de que a nadie le gusta que le digan lo que debería hacer, y menos si no se lo piden.

A nadie le gusta que le digan que ha estado tomando alguna decisión equivocada respecto a su marca, y que podría irle mucho mejor si tomara en cuenta algunos elementos o modificaciones que puedo sugerirles.

Mi intención,  así como la misión de Redermark, es impulsar marcas fuertes y competitivas, que tengan posibilidades de éxito y crecimiento.

Casi todos los que ya utilizan una marca, se enamoran rápidamente de ella, pues depositan grandes expectativas de éxito y crecimiento, todo ello, aún sin saber si tienen posibilidades de conseguir su exclusividad,  y naturalmente  les cuesta mucho desapegarse de la idea o concepto original y  tener que cambiarla si fuera necesario.

Cada quien está en el  libre derecho de llamar y crear a su marca con el nombre y diseño que realmente les guste, pero de eso a que comercialmente funcione,  o de que estén excentos de un problema legal, es otra cosa.

No dudo, que algunas marcas como los ejemplos mencionados anteriormente, o similares, generen una  cantidad de ingresos envidiables, pero sin duda, eso debe atribuirse a otros factores positivos como la calidad, experiencia o atención al cliente; aunque muchos crean que la marca, tal y como la utilizan, es el secreto de su éxito, y que es indispensable utilizarla así,  para llevar su negocio al nivel que desean.

Convencerlos de cambiar de idea, es un trabajo que se debe hacer con pinzas y con suma delicadeza.

En muchos de estos casos, me atrevo a asegurar, que  con una marca original y exclusiva podrían obtener mucho más ganancias en todos los aspectos y lograr la atención de varios de los asistentes en un networking.  

Una cosa es lo que le guste a quien la utiliza, y otra que le guste al público, y cuando al público le gusta, es garantía de ser comprada y recomendada de boca en boca.

Una marca sirve precisamente para aumentar el valor de los productos o servicios, siempre y cuando al consumidor le agrade, y reconozca en ella la garantía de que cumple con sus expectativas, de que es congruente con lo que promete y lo que ofrece.

 En Estados Unidos, los empresarios nos aventajan con más de 40 años en ésta materia.

Si quisieran, podrían vender aire o piedras con una hermosa estrategia de marca, y se las compramos.

Sin embargo, en México, en el mundo empresarial y comercial existe mucho desconocimiento sobre la importancia, finalidad, y el adecuado uso y protección de las marcas, así como de su construcción y posicionamiento (branding).

De ahí el interés de Redermark, de que los empresarios o  emprendedores mexicanos, quienes cuentan con grandes ideas y ofrecen productos y servicios de gran calidad sepan y exploten la herramienta poderosa que puede ser la marca y su posicionamiento, para aumentar sus ventas y conseguir más clientes.

Hay que tomar en cuenta que además de contar con los derechos exclusivos sobre la marca que queremos utilizar mediante su debido registro, es indispensable crear en la mente de los clientes potenciales al mismo tiempo, la percepción, de ser la número 1, en el producto o servicio que se ofrece, o por lo menos en una atribució,n o cualidad relacionada. Para eso hay que ser únicos, tal y como las marcas que nosotros preferimos, nos gustan más porque no se parecen a otras ¿no?

 Pero ¿Cómo lograr esa percepción en los consumidores, cuando la marca que utilizamos, presenta las mismas características que la competencia, y parecen todas iguales?, ¿Qué elementos tiene el consumidor para preferir a la tuya sobre las demás?

Las marcas deben representar toda una organización, todo un conjunto de elementos de identidad corporativa, ¿quiénes somos?, ¿Qué hacemos?, ¿cómo lo hacemos?, misión, visión, valores; cuáles son nuestras ventajas competitivas, beneficios, propuesta única de valor, promesa de marca, etc. todo esto a través de un nombre y de un diseño que guarde congruencia entre lo que se ofrece, y lo que percibe realmente el consumidor. Las marcas deben contar historias, y crear experiencias.

¿Está lista tu marca para un networking?. Nunca es tarde para corregir el rumbo y buscar una marca que se pueda explotar y capitalizar al máximo, que sirva como recurso para generar más ingresos, transmitir el mensaje adecuado, aumentar el valor de tus productos o servicios, pues al final, las grandes empresas siempre están evolucionando y están atentas a las preferencias y expectativas de su público para brindarle lo que espera, sin importar, cuantas veces deban modificar, revitalizar y cambiar de imagen una de sus marcas. 

SIEMPRE HAY SOLUCIÓN

Lamentablemente, no todos los creativos que se dedican al diseño, tienen conocimientos sobre marcas, y mucho menos sobre la ley o criterios para obtener el registro, por lo que es importante que te acerques con abogados especializados en materia de Propiedad Intelectual, así como agencias que conozcan de branding (Área del marketing dedicada a estudiar y trabajar los elementos, que vinculan emocional y positivamente a los consumidores y las marcas).

El secreto parece simple, pero pocos lo logran: tener una marca original y exclusiva.

El título de registro, te permitirá comercializar tus productos o servicios por todo el país sin temor a que alguien pueda robar o imitar y podrás impedir legalmente a cualquier otro que utilice tu marca sin tu consentimiento.

Dentro de nuestra consultoría, te sugerimos estrategias de branding básicas, para que puedas construir una marca potencialmente exitosa, y también, si lo deseas,  te podemos ayudar en las áreas de diseño y posicionamiento online, que podrán construir y comunicar una imagen acorde con lo que deseas transmitir.

Así la próxima vez que asistas a un networking, o a cualquier otro evento de negocios, podrás presentarte con un concepto único, original y exclusivo, que se distinga sobre toda tu competencia, te dé mayores posibilidades de generar ventas  y conseguir más clientes.

Texto escrito por: Miguel Arredondo